Van Dyck, la mejor zona para comer barato en Salamanca

Salamanca es una ciudad que ofrece una gran variedad de atractivos a todos aquellos que tienen la suerte de visitarla. Y no sólo bellísimos monumentos de diferentes épocas, un animado ambiente universitario y lugares realmente mágicos que nos transportan a otro mundo. También una exquisita gastronomía capaz de deleitar incluso a los paladares más exigentes. En el mismo casco histórico de la ciudad encontrarás un amplio abanico de tiendas de deliciosos embutidos y restaurantes que sirven platos de alta cocina, tanto recetas tradicionales con muchos siglos de historia como platos más vanguardistas. Sobre todo en los alrededores de la Plaza Mayor.

Sin embargo, también es posible encontrar numerosos establecimientos en los que comer barato para aquellos que tengan un presupuesto más ajustado. Una de las mejores zonas es la calle Van Dyck, el lugar por excelencia para comer de los estudiantes y jóvenes de la ciudad. Donde encontrarás multitud de bares que sirven multitud de elaboraciones tradicionales en pequeñas porciones, conocidas como pinchos, a precios muy económicos. Es cierto que Van Dyck no destaca por ser un gran recorrido de pinchos. Es una zona más estudiantil, más adecuada para aquellos que buscan comer mucho por un precio relativamente bajo. Con la ventaja de que se encuentra a pocos minutos caminando del centro. No obstante, hay tapas por las que si merece la pena dar una vuelta por la zona. Además, la mayor parte de los establecimientos ofrecen un ambiente muy agradable.

Si estás pensando en visitar la ciudad durante unos días y estás buscando lugares para comer barato en Salamanca, a continuación te recomendamos algunos de los mejores bares de la calle Van Dyck, donde podrás comer platos muy ricos y muy generosos a muy buen precio.

van dyck

Bar Rufo’s (Paseo del Doctor Torres Villarroel, 42)

El Bar Rufo’s hace esquina en la calle Van Dyck. Casi siempre se encuentra lleno de gente, lo que ya nos hace intuir que se trata de un sitio que no nos decepcionará y en el que comeremos bien. Presenta un estilo más propio de un establecimiento moderno que de una típica taberna de tapas. Pero la esencia de su cocina es muy tradicional, lo que lo hace ideal para probar algunas de las elaboraciones típicas de la zona. Los comensales pueden elegir entre las típicas raciones de calamares, costillas, sepia o tortilla. Además los platos son muy generosos, por lo que con dos o tres pinchos puedes comer. Lo que te saldrá de lo más económico. No obstante, nosotros te recomendamos dar una vuelta por el resto de bares de la zona para probar un poco de todo.

Bar el Churrasco (Calle Van Dyck, 54)

El Bar Churrasco cuenta con una barra y con mesas para sentarse. Su decoración es la típica de una taberna pero con un toque de encanto. El lugar ideal para tapear. Uno de sus platos estrella son las croquetas gigantes. Con una textura muy cremosa y un sabor exquisito. Vale la pena hacer una parada en este establecimiento solamente para poder probarlas. No obstante, si las croquetas no son tu plato preferidos, no te preocupes. También podrás probar otras delicias como el lomo en salsa, las costillas, los calamares, el chorizo, las alitas, las rabas, los pimientos o los chanquetes.

Bar el Minutejo (Calle Van Dyck, 55)

El Bar el Minutejo es un curioso y pequeño bar que presenta una decoración más tradicional y acorde con la zona. Lo que más llama la atención son sus paredes llenas de puzzles de distintos lugares del planeta. El establecimiento cuenta con dos zonas bien diferenciadas. Una más auténtica, con ambiente de barra, y otra al fondo donde hay mesas para sentarse. Su carta se compone de pinchos, tostas, raciones y platos combinados, pero su receta estrella es el conocido pincho «minutejo». Un trozo de pan con una loncha de lomo, jamón y queso. Todo hecho a la plancha.

Una de las cosas por las que destaca es por lo agradables que son sus camareros y por la decoración, lo que crea un ambiente realmente bueno. Lo que lo convierte en parada obligatoria durante una ruta de tapas por Van Dyck.

El Asador de Van Dyck (Calle Van Dyck, 33)

Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los mejores bares para tapear de Van Dyck. La cercanía de los camareros y el ambiente del establecimiento hacen que en pocos minutos te sientas como en casa. Lo que más destaca de este bar son sus exquisitas tostas. Hay tantas donde elegir que no te resultará nada fácil decidirte por una. Y es que todas ellas resultan muy apetecibles con solamente leer lo que llevan en la carta. Nosotros te recomendamos la de salmón y gulas o la de camembert con anchoas. Realmente deliciosas. La mejor forma de poner punto y final a esta ruta de tapas por la conocida calle Van Dyck.

Deja una respuesta