Salamanca nocturna: ¡Descubre las mejores vistas de la ciudad!

Aunque tenga un valor incalculable, muchas veces no llegamos a apreciar lo que estás a la vuelta de la esquina. Esto es lo que les sucede a muchos viajeros que visitan la ciudad de Salamanca. lo habitual es que visiten la Catedral, la Plaza Mayor, los museos, el Puente Romano, la Casa de las Conchas… es decir, todos aquellos monumentos y edificios más interesantes que forman parte del Casco Antiguo de la ciudad.

Sin embargo, muchas veces pasa desapercibido para ellos otros detalles como las panorámicas que pueden obtenerse de una ciudad, especialmente al atardecer o ya de noche. Lo cual es una pena, pues no hay nada más romántico y más mágico que disfrutar de las vistas de una ciudad tan hermosa como Salamanca al anochecer. Cuando sus edificios de color dorado se iluminan y nos dejan apreciar una visión completamente diferente de ellos de la que podríamos apreciar durante un paseo diurno. Hoy en Hotel Regio os proponemos una ruta noctura que te permitirá deleitarte con las que, sin duda, son las vistas más bellas de toda la ciudad. Hay que tener en cuenta que Salamanca no es una ciudad construida en altura. De hecho, es bastante llana, por lo que las mejores vistas se encuentran casi siempre en al ribera del Tormes, desde donde puede verse toda la ciudad.

mejores vistas de Salamanca

Salamanca desde el Puente Romano

La Catedral es el monumento que siempre se encuentra presente en todas las panorámicas de la ciudad y de esta ruta nocturna. Con la vista de la Torre del Gallo, bajaremos por la calle Tentenecio donde, según cuentan los salmantinos, San Juan de Sahagún consiguió detener a un toro que se había escapado del mercado de ganados. El Puente Romano nos recibe majestuoso con dos sorpresas el monumento de Lazarillo de Tormes y el verraco de piedra romano que ha visto pasar antes su figura más de 2.600 años de historia en la capital.

El Puente Romano fue erigido para salvar el río dentro de la Vía de la Plata. A lo largo del recorrido podremos disfrutar de un corto pero intenso paseo lleno de significado e historia. Con una tenue iluminación que nos transporta de forma inevitable al pasado, mientras vamos poco a poco vislumbrando a nuestras espaldas la ebelta figura de la Catedral y oímos el incesante murmullo de las aguas del Tormes.

Al terminar el puente, podemos deleitarnos con una de las vistas más espectaculares de la ciudad, con la Catedral y la Clerecía de fondo. Se trata de una de las zonas de la ciudad más frecuentadas por los salmantinos para hacer deporte. La ausencia de contaminación lumínica nos permitirá apreciar desde diferentes puntos la impresionante imagen de la catedral reflejada sobre el agua, especialmente desde el embarcadero. Si lo deseas, puedes hacer una parada en La Pachamama, un restaurante donde podrás cenar o tomar una copa mientras te deleitas con las excepcionales vistas de la ciudad.

Salamanca desde el otro lado del Puente de Hierro de Enrique Estevan

Seguro que alguna vez has podido ver en fotografías la típica imagen de Salamanca con el Puente Romano en primera plana y la Catedral como telón de fondo. Se trata de la imagen por excelencia de la capital salmantina. Pero puedes tener claro que las imágenes que hayas podido ver no hacen justicia a la imagen que podemos apreciar en primera persona. Para ello, solamente tienes que cruzar el Puente de Hierro de Enrique Estevan y llegar hasta el otro lado del Tormes. Un puente que siempre es un placer recorrer, especialmente romántico si vas en pareja.

Es entonces cuando la ciudad se viste de gala y nos sorprende con una de las mejores iluminaciones que verás jamás en todo el continente europeo. La Catedral brilla con luz propia dejando caer su silueta sobre las aguas del río, creando una composición de impresionante beelza junto con los dos puentes. Sin duda, una de las imágenes que han convertido a esta ciudad en una de las más admiradas de todo el mundo. Es cierto que hay otros lugares de la ciudad que también ofrecen estampas muy bellas de la ciudad, pero este paseo ofrece algo único: la posibilidad de ver el reflejo de la monumentalidad de Salamanca en el Tormes. La paleta de colores se abre a los blancos, amarillos y verdes, dejando un sinfín de destellos. No hay palabras suficientes para describir tanta belleza.

Si pasas por el Puente Enrique Estevan para subir hasta la vía Helmántica, podrás seguir disfrutando de las vistas con la Catedral enfrente a medida que volvemos a cruzar el río.

Salamanca desde la muralla de la iglesia de San Polo

Todavía nos aguarda una última sorpresa en este corto pero intenso recorrido. Al llegar al Paseo del Rector Esperabé, nos encontraremos con los restos de la iglesia de San Polo. A la izquierda de la misma podremos ver otra de las impresionantes panorámicas de la ciudad. La Muralla nos recibe para combinarse perfectamente con las vistas. Se trata de los únicos restos que se conservan hoy en día del recinto amurallado, dando lugar a un espacio realmente bello.

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