Salamanca: de cuna de las letras a ciudad «cool»

Salamanca ha despertado desde siempre un gran interés por los amantes de la cultura y las letras. Una urbe que además se siente orgullosa de tener dos catedrales en una; presume de contar con las tercera universidad más antigua de Europa; y con una arquitectura muy singular que le confiere la piedra de las canteras de Villamayor. Apodada como la «Ciudad Dorada» por el color de sus majestuosos edificios y declarada como Patrimonio de la Humanidad. Una ciudad que asombrosamente es capaz de reinventarse sin dejar atrás su esencia.

Pero la ciudad que Miguel de Cervantes consideraba como «la madre de las ciencias» también se ha convertido en un destino muy atractivo por muchos otros motivos. Cada año, Salamanca recibe más de 1 millón de turistas que llegan dispuestos a recorrer sus mágicos rincones, a buscar la rana y el astronauta y a disfrutar de la Nochevieja Universitaria en la imponente Plaza Mayor. Pero además de las tradicionales rutas turísticas que podemos encontrar en las guías de viajes y en Internet, Salamanca es capaz de ofrecer al viajero ávido de nuevas experiencias justamente lo que quiere, a descubrir esa otra cara que pocos conocen, la de los lugares con encanto y de ambiente «cool». Hoy en Hotel Regio te mostramos cuáles son.

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1. Una casa con mucho estilo

La Casa Lis, que hoy alberga el Museo de Art Nouveau y Arte Decó, es una verdadero joya arquitectónica que ofrece dos facetas muy distintas: la de la pequeña fachada por la que se accede a la exposición y la de las impresionantes vidrieras con espectaculares vistas al río Tormes. El edificio fue mandado a construir por Miguel de Lis sobre la muralla de la ciudad con un estilo arquitectónico propio de la época industrial de mediados del siglo XIX. Sin duda, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

Pero además de la propia belleza del edificio, el museo atrae cada año a miles de turistas por albergar una de las colecciones de objetos de vidrio , muñecas y criselegfantinas más importantes del mundo. La excusa perfecta para dejarse llevar por sus coloridas salas de suelos hidráulicos o para relajarse tomando un té americano en la cafetería con vistas al río.

2. Papelería y atelier

Una verdadero universo de material escolar y de oficina que se ubica en el número 13 de la calle Sierpes. Se trata del local bautizado como «Atentamente», que mezcla los muebles más antiguos con el género más moderno: marcapáginas, gomas de borrar, sobres, rollos de papel… Además, debes saber que en este lugar se celebran talleres de encuadernación, de caligrafía y de creación de postales pop-up, entre otros.

3. Rincón de Lectura

Si eres un gran amante de la lectura, no puedes perderte la visita a la librería anticuaria La Galatea. Se encuentra situada en el número 28 de la calle Libreros, en una vía estrecha y oscura, a sólo unos metros de la fachada de la antigua Universidad. Allí podrás encontrar auténticas joyas de la literatura clásica, colecciones completas con ediciones preciosistas en muy buen estado de conservación. Así como colecciones de comics y vinilos. Un lugar que no pueden perderse tanto aquellos que devoran libros como los amantes de los vintage.

4. Revive los años de la universidad

El café-bar Tío Vivo es uno de esos locales en los que uno se siente de nuevo como si estuviera en la universidad. Con uan fachada propia de los pubs irlandeses, este establecimiento alberga en su interior los famosos caballos de las atracciones de feria colgados del techo. Es precisamente esta estética kitsch lo que le confiere su particular encanto. El lugar ideal para tomar una copa y olvidarse de las preocupaciones.

5. Arte callejero

En el barrio del Oeste encontramos fachadas y portones de garajes que se han convertido en auténticos lienzos de coloridos grafitis y que han hecho que sea uno de los barrios más populares de la ciudad. Algunas de las notas de arte que podemos ver son geishas, ninfas o leones. Todo ello, a un paso del casco histórico.

6. Teatro en estado puro

La Malhablada es un establecimiento situado en una vivienda de principios del siglo XX. Un centro cultural y laboratorio de artes escénicas donde se organizan espectáculos de microdanza, microteatro, poesía y cuentacuentos. El lugar conserva todavía el encanto de su estética original y los muebles pertenecen a una antigua vivienda situada frente a la Clerecía. Un espacio de encanto modernista que te sumergirá en otro mundo.

7. Un quirófano con un toque hipster

Uno de los locales más emblemáticos de la noche salmantina es The Doctor. Su barra tiene la estética de un quirófano improvisado sobre la que se elaboran deliciosos cócteles. Su decoración, con muebles de aires fifties, la pintura de las paredes que emula a una sala de operaciones y su excelente relación calidad-precio lo convierten en uno de los imprescindibles de la noche charra.

8. La cultura como reclamo

La Salchichería es un local situado en la calle 7 de la plaza del Oeste que todavía mantiene la estética del despacho de ultramarinos para el que fue creado en la década de los 40. Hoy, su interior se ha convertido en el lugar ideal para la celebración de multitud de actividades culturales que van desde las exposiciones de arte a las sesiones de microteatro.

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