Salamanca: ciudad de leyendas

Situada a orillas del río Tormes, Salamanca cuenta actualmente con un impresionante patrimonio cultural que se ha mantenido en un estado envidiable a pesar del paso de los siglos y del carácter fronterizo de la ciudad. Edificios y monumentos que se han convertido en verdaderas señas de identidad y que guardan entre sus muros una gran cantidad de historias. Leyendas en las que realmente no se sabe que hay de cierto y qué elementos forman parte de la imaginación popular.

Así pues, pasear por sus calles y contemplar sus monumentos y sus calles recordando estas historias es la forma más interesante y divertida de conocer la ciudad. Si estás interesado en conocer la faceta más mágica y legendaria de la ciudad durante tu estancia en Hotel Regio, a continuación te traemos una lista de los lugares que no deberías dejar de visitar y las leyendas que que se esconden entre sus muros.

Salamanca

La Cueva de Salamanca

La Cueva de Salamanca se ubica en la Cuesta de Carvajal, muy cerca de las catedrales. Cuenta la leyenda que en otra época fue lugar de reunión de adoradores del sol y de la práctica de la magia negra. Se dice que el mismo diablo daba clases a siete alumnos durante siete años en este lugar y que, al finalizar, se elegía por sorteo al que debía pagar las clases de todos y si no podía hacerlo, lo pagaba con su propia vida. En una ocasión, el elegido fue el Marqués de Villena. Al no pdoer pagar, tuvo que quedarse pero consiguió burlar al diablo a costa de perder su sombra, quedando señalado para siempre. como sospechoso de malas artes y magia.

La Casa de las Muertes

La Casa de las Muertes es un palacio plateresco construido por orden de la familia Álava en el siglo XVI. Existe cierta polémica con respecto a su nombre. Para algunos, simplemente tiene que ver con las calaveras que decoran su fachada o con  el nombre de la calle hasta que pasó a llamarse Bordadores. Otros hablan de historias trágicas ocurridas entre sus paredes. Desde el fin trágico de dos amantes, a los cuerpos encontrados entre sus cimientos o el asesinato de María Lozano en 1836. Hoy se encuentra en manos privadas, por lo que solamente puede verse la fachada.

El Huerto de Calixto y Melibea

El Huerto de Calixto y Melibea supone una recreación de los jardines del siglo XVI. Se cuenta que fue en este lugar donde tuvo lugar el escenario real de los protagonistas de «La Celestina», en el que Fernando de Rojas se inspiraría para para escribir su famosa obra. Pero independientemente de si estos hechos sucedieron o no, lo cierto es que se trata de un lugar precioso para pasear y disfrutar de unas vistas maravillosas al río Tormes y a las catedrales.

Cuesta de Tentenecio

Este es otro de los lugares más emblemáticos de la ciudad, ligado a una de las historias más famosas. Se cuenta que un día, San Juan de Sahagún (s. XVII) iba paseando por esta calle cuando se encontró con un toro que se había escapado del mercado de ganados. El toro iba embistiendo a todo aquel que se encontraba, pero cuando se disponía a embestir a una mujer ya  su bebé, el santo le puso la mano en la cabeza y le dijo: «Tente , necio» y milagrosamente el toro se detuvo. Como homenaje a este acontecimiento, la calle hoy lleva el nombre de Tentenecio.

Calle del Pozo Amarillo

Hay otra calle de la ciudad en la que los salmantinos aseguran que se produjo otro milagro. Cerca de la Plaza Mayor, un niño cayó a un pozo. Se dice que el mismo santo elevó las aguas para rescatarlo con el cordón de su hábito. En la actualidad hay una placa en el mismo lugar en el que se cree que se produjo el milagro.

La fachada de la Universidad y su famosa rana

La Universidad de Salamanca fu fundada en 1212, siendo la más antigua de España.  Una obra de arte del Plateresco Español que presenta una fachada profusamente decorada con todo tipo de motivos. Entre ellos la rana que se encuentra sobre una de las calaveras. Se dice que el estudiante que sea capaz de encontrarla, aprobará sus exámenes. Sea cierto o no, la verdad es que siempre podemos encontrar una gran cantidad de personas intentando encontrarla delante de la fachada.

Guerras de Bandos

La Guerra de los Bandos que acaeció en la ciudad a lo largo del siglo XV se debió al enfrentamiento entre varias familias nobles por el control de la ciudad: los Maldonado, los Solís, los Manzano y los Monroy. En una de las peleas, los hijos de María Rodríguez de Monroy (María la Brava) murieron a manos de los Manzano. María perseguiría entonces a los asesinos de sus hijos hasta Portugal, los decapitaría y sus cabezas serían depositadas en las tumbas de sus hijos en la Iglesia de Santo Tomé.

La Casa de las Conchas

Erigida entre los siglos XV y XVI, la Casa de las Conchas recibe su nombre por las más de 300 conchas que decoran su fachada, emblema de la familia Pimentel que unió su apellido al de los Maldonado mediante lazos matrimoniales. Son muchas las historias que rodean a este edificio. Cuentan que el caballero Aldana desafió al hijo del rey francés en combate y lo derrotó. El rey pediría clemencia y Aldana le pediría poder llevar en su escudo la flor de lis y el cetro real, que hoy podemos ver tallados sobre la puerta del palacio. Se dice que el rey accedió, pero diciendo «c’est mal donné», lo que hizo que Aldana cambiara su apellido por el de Maldonado. Pero también se dice que debajo de una de las conchas hay un tesoro escondido, lo que a día de hoy no ha podido demostrarse.


Sin embargo, estos son solamente algunos de los lugares que han quedado ligados a historias y leyendas que se pierden en el tiempo. Las «emparedas» de Sancti Spiritus, la sede de los amores de Juana Pimentel y el arzobispo de Fonseca, el Palacio de la Salina, las visiones de Santa Teresa en la Casa de las Muertes, y numerosos conventos, palacios e iglesias, han tejido a los largo de los siglos la historia de una ciudad tan mágica como lo es Salamanca.

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