El senderismo es una de las actividades más populares entre los viajeros que visitan los parajes naturales de Salamanca. Una actividad que afecta a un amplio segmento de la población, como grupos de amigos, familias con niños, jóvenes o senior. En la provincia existen interesantes rutas que unen el senderismo con la micología dada la gran variedad de hongos que pueden encontrarse en la zona. Muchos de ellos aún por descubrir. Los hongos comestibles representan uno de los productos más apreciados en la gastronomía de la región, siendo uno de los mayores recursos turísticos que está potenciando la Diputación Provincial.
Toda la Sierra de Francia está llena de senderos por los que podrás caminar y recoger setas. En la Casa del Parque de las Batuecas – Sierra de Francia te darán toda la información que necesites.

Recientemente se ha abierto al público la ruta micológica entre las poblaciones de Montemayor del Río y El Cerro, un precioso sendero circular que discurre entre castaños y robles, en plena Sierra de Béjar. Un camino bien señalizado de unos 9 km aproximadamente que puede recorrerse sin mucho esfuerzo, ya que solamente cuenta con un desnivel de 400 metros. El grado de dificultad es medio y puede recorrerse en unas tres horas aproximadamente.
Con este itinerario da comienzo la marca «Senderos Micológicos Salmantinos», que tendrá continuidad con otros tres que se crearán en las zonas turístico-micológicas de la Sierra de Francia, Quilamas y El Rebollar. Todos ellos tienen en común la resaltación de los recursos naturales más identificativos de la zona, impulsar el senderismo y favorecer el desarrollo local.
Gracias a ello, los aficionados a la recogida de setas no solamente pueden descubrir cosas relacionadas con la micología, sino también conocer espacios y poblaciones menos conocidos de la provincia, pero que poseen recursos turísticos de gran atractivo. Una zona que enamora por la autenticidad y por la exuberancia de sus bosques.
Esta ruta micológica por las Sierras de Salamanca acerca al turista al fascinante Reino de los Hongos. A lo largo del recorrido, podrás aprender muchas cosas sobre estos seres indispensables para nuestro planeta. Un universo repleto de texturas, colores, sabores y olores deliciosos.
En el primer tramo, que va desde Montemayor por la Cañada Real Soriana Occidental y de la Plata se concentra el sendero interpretativo de los Hongos, que dispone de siete paneles sobre el tema micológico.
En El Cerro, el protagonista es el castaño, encontrando otros cuatro paneles explicativos sobre ello. Los bosques de castaños sirven de materia prima para la actividad artesanal más representativa de este territorio: la cestería y otro de sus atractivos para los visitantes. Algunos de estos árboles son de los más antiguos que pueden encontrarse en la provincia de Salamanca, llegando en algunos casos a alcanzar los 1.000 años de edad.
En los alrededores de la localidad, en las cercanías del venerable Roble Jerreño, se localiza el mirador de los senderos micológicos, desde donde es posible disfrutar de una magnífica panorámica a más de 1.000 metros de altitud de las sierras del sur de la provincia de Salamanca, que llegan hasta la misma frontera con Portugal. Pero también merece la pena hacer una visita a las encantadoras poblaciones de Montemayor y El Cerro, donde además de admirar sus edificios de arquitectura tradicional, podrás aprovechar para reponer fuerzas mientras te deleitas con los manjares de la gastronomía local.
Hasta no hace muchos años, la recogida de setas era una actividad limitada a los habitantes de los pueblos rurales de la zona en sus salidas al campo, mientras paseaban por los senderos otoñales y los bosques. En la actualidad, esta bucólica experiencia puede ser vivida por cualquier urbanita que se precie. Lo único que se necesita es llevar calzado y ropa cómoda, una navaja y una cesta de mimbre. Eso sí, en algunas zonas es necesario pagar una pequeña tarifa para obtener el permiso de recolección de setas.
Además, si no tienes conocimientos en micología, es recomendable que vayas con un guía que te indique qué setas u hongos son comestibles y cómo cortarlos para que vuelvan a crecer al año siguiente. Obviamente, algunos hongos son tóxicos, pero tomando cierta preocupaciones, la recogida de setas puede ser una de las actividades más bellas y relajantes que se pueden hacer en otoño.
Por otro lado, debes saber que durante el mes de noviembre se organizan en los municipios del Oeste Salmantino las Jornadas Gastronómicas – Micológicas para dar a conocer la gastronomía típica de la zona a base setas y hongos. Un producto muy valorado por los chefs más célebres del país. Siendo especialmente apreciados los buscadísimos «boletos» o, como los llaman en la sierra, «seta de roble» y «seta de castaño» (Boletus edulis y Boletus pinophilus), también presentes en pinares. Son muchos los restaurantes y establecimientos que se adhieren a esta iniciativa y donde podrás disfrutar de este delicioso manjar.
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