Salamanca es una de las provincias más bellas de España. Y no solamente porque su capital es considerada como una de las ciudades más hermosas del país, sino también por la gran riqueza natural y cultural que alberga en sus pequeños pueblos con encanto. Lugares realmente sorprendentes que te sumergirán en otro mundo completamente distinto.
Pero además, su clima, sus suelos y la pasión de los productores y enólos ha hecho que Salamanca atesore dos tipos de vino con Denominación de Origen, el de la Sierra de Salamanca y el de las Arribes del Duero. Caldos que destacan por su singularidad y que resultan ideales para acompañar la gran variedad de platos tradicionales de la región.
Por eso, si eres un gran amante del buen vino y disfrutas participando en catas y visitando bodegas, no puedes perderte esta interesantísima ruta de enoturismo por la provincia de Salamanca si decides pasar unos días en la zona.
Vino de las Arribes
La comarca de las Arribes del Duero posee unas condiciones excepcionales para el cultivo de la vida. Tanto por sus suelpizarrosos y graníticos como por el clima mediterráneo que impera en sus valles y laderas. Sobre ellos podemos encontrar infinidad de cepas y uvas con mucho carácter que se desarrollan año tras añoa gracias a los cuidados de los productores locales.
Las variedades locales de esta zona son la bruñal y la Juan García, o la bastardillo chico y la puesta en cruz. Uvas que confieren a los vinos de las Arribes una gran singularidad. Dentro de esta zona se enmarcan nada menos que catorce bodegas inscritas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, donde se producen vinos tintos, blancos y rosados.
Equilibrados y bien estructurados, son vinos limpios y brillantes, de colores intensos que van desde el rojo guinda al púrpura, pasando por el rojo fresa y el pajizo verdoso. Con un alto potencial aromático que recuerda a las mermeladas, a las frutas del bosque, a los cueros y a los regalices. Siempre sobre fondo minera en el caso de los vinos tintos y rosados. Pero además, los rosados presentan frutas exóticas con aromas cítricos, florales y monte bajo.
Vino Sierra de Salamanca
La Denominación de Origen Sierra de Salamanca se extiende por el sureste de la provincia, sobre un terreno de unos 500 km2. Se trata de una última Denominación de Origen Protegida aprobada en España y una de las más pequeñas. Pero, aunque posee un territorio bastante reducido, lo cierto es que es aquí donde se dan las mejores características para el cultivo de la vid de toda la provincia. Un microclima mediterráneo, suelos graníticos y pizarrosos y fuertes pendientes.
La variedad de uva más habitual en la zona es la rufete. Una variedad de uva tinta, local y totalmente adaptada al terreno que se cultiva en viñedos distribuidos en bancales sobre el río Alagón, lo que confiere un carácter muy singular a estos caldos. Pero también podemos encontrar otras variedades como el tempranillo o la garnacha tinta, conocidas como aragonés y calabrés, respectivamente.
Esta Denominación de Origen está formada por ocho bodegas y 70 productores que continúan la larga tradición iniciada por los romanos, elaborando caldos ligados a la tierra: vinos diferentes, frescos y elegantes.
Aula Interpretativa del vino de Tierra del Vino y La Armuña en Parada de Rubiales
La Casa del Canónigo, edificio levantado en el siglo XVIII con su bodega, alberga un moderno centro dedicado a la cultura del vino. Construido por orden de D. Pedro Lorenzo Ramos, canónigo de la Catedral de Oviedo y Maestreescuela de su Universidad, cuando llegó a convertirse en uno de los principales proveedores de vino de la capital salmantina.
En su interior podrás disfrutar de un interesante recorrido por las bodegas tradicionales y la historia del vino a través de numerosos paneles informativos y documentos audiovisuales, además de una sala de catas completamente equipada.
Museo del vino y de los destilados, en Villarino de los Aires
La visita a este fascinante museo se desarrolla en dos espacios distintos, una bodega tradicional y un museo. El museo se encuentra ubicado en una antigua destilería de aguardiente en la que se conserva la maquinaria original y que cuenta con varios paneles interpretativos y audiovisuales. El recorrido finaliza con la visita a la Bodega de Amable, erigida en el siglo XVI y ampliada posteriormente. Una bodega privada de gran interés arquitectónico y etnográfico, que al mismo tiempo es el hogar de pequeños murciélagos. Una visita en la que no solamente podrás conocer todos los detalles sobre la producción del vino, sino donde también podrás disfrutar de historia viva de la región.
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