Las escapadas cortas de fin de semana son la mejor manera de tomarnos un descanso entre vacaciones largas sin necesidad de gastar mucho dinero. Y es que darse un respiro es una magnífica forma de liberarse del estrés y de desconectar de las preocupaciones diarias, ayudándonos a recuperar fuerzas para hacernos más llevaderos los días hasta las próximas vacaciones largas. En este sentido, Salamanca es un destino ideal para pasar un fin de semana. Con una gran riqueza patrimonial, museos muy interesantes, un casco antiguo de incomparable belleza y una gran variedad de restaurantes y locales de ocio para todos los gustos. Si estás pensando en visitar Salamanca en unos días, en Hotel Regio te damos algunas ideas de planes que puedes realizar para sacar el máximo partido a tu estancia.
Disfrutar de un auténtico viaje en el tiempo
Pasear por el casco antiguo de la ciudad supone un verdadero viaje al pasado, a través de sus estrechas callejuelas empedradas, sus encantadoras plazas y sus majestuosos edificios históricos de color dorado que le confieren a la ciudad un gran encanto. El lugar más emblemático de la ciudad es la Plaza Mayor, una de las más célebres de todo el país. Haz una parada en ella para sentarte a tomar un aperitivo en alguna de sus preciosas terrazas, situadas en los soportales, y disfrutar de sus bellísimas fachadas, viendo el ir y venir tanto de los propios salmantinos como de los turistas.
Su conjunto catedralicio, formado por la Catedral Nueva y la Catedral Vieja es uno de los monumentos más impresionantes de toda la ciudad. La primera, del siglo XVIII, es la segunda más grande de España; y la segunda, de estilo románico, destaca por su torre del Gallo.
Por supuesto, no podemos visitar Salamanca sin hacer una visita a uno de los edificios que han hecho conocida a la ciudad en todo el mundo y con el que está estrechamente ligada desde hace muchos siglos, la Universidad. En la plaza del Patio de Escuelas podemos ver el Hospital del Estudio, el edificio de las Escuelas Mayores y el de las Escuelas Menores, donde se encuentra la famosa rana.
Visita sus rincones literarios
No podemos hablar de lietaruta sin mencionar a célebras figuras como Fray Luis de León, que impartió clases en la Universidad, o Carmen Martín Gaite, que estudió en ella.
Pero además, Salamanca ha sido escenario e inmspiración de numerosas obras como el «Lazarillo de Tormes» y la «Celestina». De hecho, el jardín donde supuestamente se inspiró Fernando de Rojas se encuentra en la ciudad, conocido como «El Huerto de Calixto y Melibea». Un precioso parque junto a la antigua muralla desde donde pueden contemplarse unas vistas increíbles y que resulta ideal para dar un paseo románntico o sencillamente para hacer un alto en el camino y alejarse dle bullicio urbano.
Mención aparte merece la figura de Miguel de Unamuno, que vivió y murió en Salamanca. Fue rector de la Universidad y en su honor se ha conservado la Casa Museo que puede visitarse. Tampoco puedes dejar de pasarte por el Café Novelty, situado en los soportales de la Plaza Mayor, donde Gonzalo Torrente Ballester pasó tantas tardes escribiendo sus novelas. Como homenaje, hay una estatua en este local donde solía sentarse.
Sumégerte en la Salamanca más artística y cultural
Los museos son uno de los mejores planes para pasar el tiempo en las frías tardes de invierno de la ciudad y para cualquiera que se considere amante del arte y la cultura. Entre los mejores, se encuentran el Museo de Salamanca y el Museo de Art Nouveau y Art Déco. Este último situado en el majestuosos palacio modernista de la Casa Lis.
Además, si eres aficionado a la lectura, no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar la librería anticuaria La Galatea, donde encontrarás una gran variedad de libros antiguos y ediciones especiales, así como comics y vinilos.
Pero también es muy interesante La Malhablada. Un centro cultural, que ofrece actuaciones de teatro y microteatro sin butacas, así como exposiciones y talleres. Situado en una vivienda de principios del siglo XX, en pleno centro, con unas vistas espectaculares a la Catedral.
Si buscas formas de arte más alternativas, no dejes de darte una vuelta por el barrio del Oeste. Una zona residencial de orígenes modestos que ha experiemntado un importante un resurgir artístico en los últimos años, de la mano de artistas urbanos que han convertido fachdas, muros y garajes en lienzos en los que expresan toda su creatividad en forma de murales y grafitis.
Sal de fiesta por Salamanca
En Salamanca nunca falta la fiesta. Los estudiantes hacen que cualqueir día sea ideal para salir, ya sea para tomar una cervezas o para bailar en una discoteca hasta el amanecer. En la ciudad hay zonas de marcha para todos los gustos, pero es la zona de la calle Bordadores la que es más popular. Con locales tan conocidos como el Camelot o el Music Factory. Pero si eres rockero, nada mejor que el Pakí Pallá de la calle San Justo, donde además de conciertos, se organizan monólogos y fiestas.
Si buscas cócteles, te recomendamos pasar por el Bar Tio Vivo, donde se organizan convciertos y se pincha música. Pero lo más llamativo son los caballitos que cuelgan del techo.
Vete de tapas
La gastronomía salmantina tiene como productos estrella la carne, los embutidos y los platos contundentes. Siendo el jamón de Guijuelo uno de los productos más apreciados. Pero también son deliciosos el farinato, la carne de morucha y el hornazo, una empanada rellena de todo tipo de carnes y huevo duro.
Pero si prefieres ir de tapas, nada mejor que acercarte por la calle Van Dyck, la zona de tapeo por excelencia de los jóvenes estudiantes de la ciudad. Algunos de sus locales más populares son el Asador de Van Dyck y el Mesón El Minutejo.
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