Masueco: el corazón de las Arribes del Duero

Situado al noroeste de la provincia de Salamanca, a sólo 97 km de Hotel Regio, Masueco forma parte del Parque Natural de las Arribes del Duero, haciendo frontera con Portugal. Hasta la abolición de los señoríos nobiliarios en el siglo XIX, Masueco quedaba encuadrada dentro del Condado de Ledesma. Al crearse las actuales provincias en el año 1833, la localidad pasaría a formar parte de Salamanca.

Una encantadora localidad con personalidad propia que ofrece al viajero la posibilidad de disfrutar de una gran riqueza monumental y de de preciosos paisajes como el Pozo de los Humos, donde el río Uces sortea un desnivel de más de 40 metros, formando una impresionante cascada en un entorno lleno de desfiladeros y dominado por una soberbia vegetación. Un lugar de impresionante belleza que no puedes perderte si pasas unos días en la región y eres un gran amante de la naturaleza.

Masueco

La localidad tiene sus orígenes en la repoblación llevada a cabo por el Reino de León tras la expulsión de los musulmanes. El esquema que se siguió en aquel momento fue el de pequeñas aldeas muy próximas entre sí, lo que terminó por dificultar su administración Así pues, a finales del siglo XIII toda la zona de las Arribes del Duero quedaría bajo el dominio de señores muy importantes.

Durante la segunda mitad del siglo XV la localidad viviría una época de gran prosperidad, convirtiéndose en uno de los núcleos más importantes por población. Pero además, la comunicación de la parte norte de la comarca histórica de La Ribera con Ledesma siempre se realizó a través del puente de Mascueco. Ruta que también atrajo población y peregrinos jacobeos, lo que ha quedado reflejado en el estilo arquitectónico isabelino de sus edificios.

Hoy en día, la localidad cuenta solamente con 348 habitantes, pero se ha convertido en uno de los mayores reclamos para el turismo rural de la zona. Tanto por la belleza de su fisionomía como por la del entorno en el que se encuentra enclavado.

¿Qué ver y qué hacer en Masueco?

Iglesia de San Nicolás de Bari

Su torre es una de las más bellas de la comarca y se cree que perteneció a un antiguo castillo, probablemente del siglo XVI. El templo es de estilo gótico isabelino y fue mandado a construir por la familia Lanestosa en el siglo XVII. Uno de los elementos más destacado del edificio son sus bolas, características de este estilo, que simbolizan la pertenencia al Camino de Santiago. Pero no fue la única iglesia que mandó a construir esta familia, sino que también son obra suya las iglesias de Vitgudino, Vilvestre, Pereña, Saucelle y Aldeávila. Junto con la de Maueco, conforman «La ruta Lanestosa».

Ermita del Santo Cristo de Humilladero

Esta ermita cuenta con un atrio muy amplio, desde el que puede accederse al cementerio, y dos portadas con dinteles tallados en ambos extremos de la fachada. En el interior encontramos la impresionante imagen del Santo Cristo al que está dedicado este lugar. Junto a ella, encontramos un precioso crucero de piedra. Además de esta, encontramos en los alrededores de la localidad otras cuatro ermitas: San Roque (a las afueras de Aldeávila), San Amado (la primera que hubo), Santa Catalina (a la salida hacia Pereña) y Las Ánimas (Santo Cristo de Humilladero).

Fachada del viejo Seminario de 1692

Este seminario fue fundado por el catedrático de Humanidades de la Universidad de Salamanca, Don Martín Cubilano. En su tiempo fue el centro de estudios eclesiásticos más importantes de toda la comarca de las Arribes del Duero.

Colegio de Masueco

Antiguamente existía en la plaza de la localidad la huerta llamada «del Colegio», cuyo edificio hoy se encuentra en ruinas, ya que fue destruida durante la Guerra de la Independencia que tuvo lugar con la invasión del ejército de Napoleón.

Senderismo por el Pozo de los Humos

Una imponente cascada que constituye uno de los mayores reclamos turísticos de la zona. Probablemente uno de los pozos más espectaculares de los que existen en el Parque Natural de las Arribes del Duero. A lo largo de este río se situaban antiguamente numerosos molinos harineros de los que actualmente solamente podemos ver las ruinas. Pero además, en sus laderas podemos encontrar una gran variedad de senderos transitables que, sin duda, harán las delicias de los amantes del turismo rural. Si visitas la localidad, no dudes en hacer una excursión también a la Playa del Rostro, una playa artificial a orillas del Duero.

A lo largo de la ruta pueden visitarse el Mirador de la Ermita, la ermita de la Virgen del Castillo, la iglesia parroquial de Santa María en Pereña de la Ribera, la ermita e iglesia de San Nicolás de Bari y el santuario de la Peña de Francia en el Cabaco. Las particularidades del relieve de la zona hacen que existan numerosos miradores naturales desde los que pueden obtenerse una vistas espectaculares. Algunos de ellos especialmente habilitados, con acceso adaptado para minusválidos y dotados de puntos de información sobre el paisaje.

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