Todo el territorio español está marcado por fiestas relacionadas con la conquista cristiana. Celebraciones que representan algunos de los avatares bélicos que se dieron durante la misma. En Béjar (Salamanca) esta celebración perdura a través de los hombres de musgo, que cada año, durante las celebraciones del Corpus Christi, nos recuerdan que un día, cuando reinaba Alfionso VIII, un grupo de cristianos, escondidos en el bosque de El Castañar, iniciaron el ataque a la fortaleza musulmana. Una fiesta que además de resultar muy curiosa, nos lleva a profundizar en las historias y leyendas de la localidad, por lo que si pasas unos días en Hotel Regio durante estas fechas, no puedes perdértela.
Cuenta la leyenda que en el día de Santa Marina, los habitantes de la localidad, que se encontraban en el monte de El Castañar, se reunieron en la Finca de La Centena para oficiar la misa. Dicen que después, inspirados por la santa, pensaron en recubrir a sus tropas con el musgo que crecía en las rocas de la zona para dirigirse camuflados al amanecer hasta la fortaleza musulmana, reconquistando de esta manera la ciudad. «Al venir el día, los centinelas abrieron la puertas de las murallas por donde entraron los cristianos. Los moros creyeron que eran alimañas o monstruos y salieron corriendo. Al darse cuenta que no lo eran, gritaron ¡traición, traición!». De esta forma lo ha recordado siempre la tradición oral de Béjar y así lo recogieron los historiadores municipales.
Desde aquel día, la puerta por la que consiguieron acceder los cristianos a la fortaleza musulmana es conocida como la Puerta de la Traición y en el lugar donde los atacantes se reunieron para oír misa, se levantó la Ermita de Santa Marina. Pero además, año tras año, la población de Béjar recordaría la hazaña con una romería celebrada tras la fiesta del Corpus. No sería hasta el siglo XIV cuando se uniría con ella. A partir de entonces en la procesión podemos ver desfilando a los hombres de musgo. Una procesión que, junto con la de la Virgen del Castañar, es la más solemne de todas las que tienen lugar en la localidad y la que mayor cantidad de fieles reúne.
Aunque Béjar no es el único lugar donde un pueblo ha conseguido conquistar a otro con pieles o ramas, lo cierto es que es solamente en Béjar donde esta tradición se ha mantenido viva, recreándola junto con la procesión del Corpus Christi. De esta forma, los hombres de musgo de Béjar se han convertido en todo un reclamo del turismo de la localidad y no hay fiesta que se precie y a la que la ciudad lleve representación a la que no acuda al menos uno de ellos portando su traje de musgo con el objetivo de promocionar la localidad.
El musgo que conforma los trajes es preparado y cuidado durante todo el año y una gran proporción del mimos es reciclado de un año para otro. Un traje de estas características puede llegar a pesar entre 15 y 20 kilos. Sin embargo, esto no supone un impedimento, ya que incluso hay lista de espera para convertirse en un hombre de musgo. Solamente seis personas tienen el honor de llevar el traje cada año. La buena noticia es que, precisamente por ello, la salida de la procesión y el mantenimiento de la tradición está garantizada al menos para los próximos años.
Tradicionalmente, esta fiesta era organizada por la Abadía del Santísimo Sacramento. Pero a medida que fue avanzando el siglo XX, la participación ciudadana en la fiesta fue aumentando y la Abadía terminó por ceder la organización al pueblo, lo que hizo que la procesión fuera ganando un tono más de espectáculo, quedando patente actualmente año tras año.
Una de las tradiciones que complementan esta celebración es la recubrir las calles con tomillo, creando una verdadera alfombra por donde pasa la procesión. Antiguamente muchas personas los recogían al finalizar porque, al quedar bendecido, creían que ahuyentaba los rayos de las tormentas. Sobre la alfombra de tomillo va pasando el trono del Santísimo escoltada por todos los niños que ese año han hecho la primera comunión y acompañada por una representación de las banderas de las diferentes cofradías. Junto con la comitiva municipal desfilan los alguaciles, los hombres de musgo y la banda municipal.
Al llegar a la Plaza Mayor de Béjar, los representantes de cada cofradía hacen bailar sus banderas delante del trono, ante la atenta mirada de todos los bejaranos y personas que visitan la localidad para disfrutar de esta curiosa tradición.
Así pues, la la procesión de Corpus y la participación de los hombres de musgo de Béjar se ha convertido en un espectáculo lleno de color y de gran valor etnográfico, que cada año reúne a miles de espectadores, entre los propios habitantes de la localidad y los visitantes, que acompañan el paso de estos seis hombres que durante unas horas se convierten en los mejores embajadores de la ciudad.
Si este año no quieres perderte la celebración del Corpus de Béjar y el desfile de los hombres de musgo, reserva ya tu estancia en Hotel Regio y ven a disfrutar también unos días de la capital de Salamanca y de sus alrededores. Nuestro hotel además de ofrecer todas las comodidades modernas, cuenta con excelentes comunicaciones, lo que te permitirá realizar excursiones a otros pueblos de la provincia sin tener que recorrer largas distancias.
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