Si tienes pensado pasar unos días en Salamanca, debes saber que además de los muchos atractivos turísticos que ofrece la ciudad, la provincia cuenta también con parajes verdes y pueblos con mucho encanto que merece la pena visitar. Ciudad Rodrigo es precisamente uno de esos lugares. Una localidad de estética medieval que supone un auténtico viaje en el tiempo. Esta localidad se encuentra a una hora escasa de Hotel Regio y será el punto de partida del itinerario que te proponemos hoy: la Ruta de las Fortificaciones de Frontera. Una ruta que nos llevará a conocer algunos de los edificios defensivos más importantes de la historia de la zona.
A 18 km de Ciudad Rodrigo se encuentra en Yacimiento Prehistórico de Siega Verde. Un lugar que encantará tanto a los adultos como a los más pequeños, ya que cuenta con un Centro de Interpretación donde a través de documentos audiovisuales se explica cómo y por qué nuestros antepasados del Paleolítico Superior hacían los grabados en las rocas del río. Después de ver el vídeo, podrás disfrutar in situ de las pinturas. La visita completa dura una hora aproximadamente y se se realiza en los meses de verano, es más recomendable hacerlo de 10 a 13 para aprovechar el día de ruta o a última hora de la tarde cuando ya hace menos calor.
Desde Siega Verde existen dos posibilidades para conocer la Ruta de las Fortificaciones de Frontera. Si queremos ir a San Felices de los Gallegos y Lumbrales, lo mejor es retroceder hasta el Castillejo Martín Viejo, por el que se pasa para ir a Siega Verde. Pero si queremos ir a Aldea del Obispo y terminar en Almeida-Castelo Rodrigo, ya en Portugal, lo mejor es continuar desde Siega Verde.
1. San Felices de los Gallegos-Lumbrales-Sobradillo
San Felices de los Gallegos
El Castillo de San Felices de los Gallegos cuenta con un Centro de Interpretación y los niños suelen disfrutar mucho por sus altas escalinatas y por las historias que se cuentan de los caballeros de la Edad Media. Esta fortaleza fue edificada ebtre finales del siglo XIII y principio del siglo XIV. Se encuentra cerrado con murallas de sólida construcción y torres cuadradas. La Torre del Homenaje que podemos ver en la actualidad no es la original, ya que fue derruida. La que podemos ver hoy en día se construyó a mediados del siglo XIV cuando el castillo se convirtió en residencia palaciega.
Además, muy cerca se encuentra el Museo del Aceite, ubicado en un lagar precioso que sus dueños han restaurado. Lo que les ha valido un premio europeo. La visita merece la pena, ya que a través de ella podemos aprender mucho sobre la producción y la elaboración de este producto de la trilogía mediterránea.
Lumbrales
En el Museo Castro de las Merchanas aprenderemos a entender el entorno y las formas de vida del castro. Después de conocer esta parte de la historia antigua de la zona, podremos visitar el maravilloso molino, que hace tan sólo 20 años que dejó de funcionar como tal. En este lugar encontraremos algunos paneles interpretativos que nos informarán sobre cómo se realizaban los trabajos de la molienda.
Sobradillo
En el Castillo de Sobradillo nos encontramos con el Centro de Interpretación del Parque Natural de las Arribes del Duero. Allí podremos ver paneles con multitud de imágenes, maquetas de pájaros, vídeos y juegos interactivos, y unas pantallas que nos ayudarán a profundizar en la fauna y flora de la zona sur de este impresionante paraje natural.
2. Siega Verde-Villar del Ciervo-Puerto Seguro-Aldea del Obispo-Almeida
Si el tiempo acompaña y nos apetece hacer una ruta de senderismo, el tramo de la ruta señalizada GR-14 de Arribes del Duero nos llevará hasta el Puente de los Franceses, desde donde pueden obtenerse una vistas impresionantes sobre el encañonado del río Águeda, en el corazón del Parque Natural. En este lugar, es posible que tengamos la suerte de ver alguna cigüeña negra, alimoches y buitres. Desde Villar de Ciervo hasta Puerto Seguro hay unos 8 km. La ruta completa termina en San Felices de los Gallegos.
Poco después llegaremos a Aldea del Obispo, un pueblo encantador donde se encuentran las interesantísimas ruinas del Real Fuerte de la Concepción, declarado Bien de Interés Cultural desde el año 1992.
Una vez visto el Fuerte, pasando por Vale da Mula, cruzaremos en puentecillo que los vecinos portugueses y españoles levantaron sobre el río Turones y que nos lleva hasta Almeida (Portugal). Allí nos encontraremos con uno de los conjuntos defensivos más importantes de toda la frontera. El mejor ejemplo de conservación y puesta en valor del patrimonio histórico de un pueblo. Pero además, la localidad cuenta con un casco antiguo muy bonito que se encuentra protegido por los fosos y murallas. Muy cerca hay un restaurante en el que podrás parar a comer el típico bacalao ao bras.
No te pierdas la visita al Picadero del Rey, que se encuentra muy cerca del Parador y que te encontrarás dando un paseo por las murallas. También podrás visitar las antiguas caballerizas y ver los elegantes caballos de salto que pueden montarse. Seguro que a los niños les encanta la experiencia. Para terminar el día, podemos continuar hasta Castelo Rodrigo, situado a sólo 20 km. Se trata de un pequeño pueblo que también posee un castillo y una preciosa muralla.
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