El Castro de las Merchanas: de los vetones a los romanos

Muy cerca del municipio los Lumbrales y en el límite con el término de Bermellar, a sólo 95 km de Hotel Regio (Salamanca),el Castro de las Merchanas se erige sobre un promontorio rocoso situado en un meandro del río Camaces. Un recinto que comprende una superficie de aproximadamente 5 hectáreas y que cuneta con dos puertas principales. Una de ellas es conocida como «puerta vetona», con forma de embudo, protegida por un campo de piedras hincadas y paredes curvas. La otra, conocida como «puerta romana», es mucho más monumental y ha sido excavada  y adaptada recientemente para facilitar el acceso de los visitantes.

El coche puede dejarse en el aparcamiento del propio castro que hay habilitado para ello. Desde allí, un camino musealizado conduce hasta el castro. Además, cuenta con un mirador que permite admirar el conjunto casi por completo y con un centro de interpretación que permite conocer la historia del poblado y la cultura castreña. Si tienes tiempo, también puedes acercarte a la Casa del Conde, que alberga el centro de recepción de visitantes del Territorio Vetón y otras instalaciones relacionadas con el castro y con la época prehistórica en la comarca.

Aunque su origen es prerromano, se han encontrado restos de estatuas y edificios que atestiguan la presencia de los romanos en la época del Bajo Imperio.

Castro de las Merchanas

Ruta por el Castro de las Merchanas

Podrás visitar el Castro de las Merchanas a través de una ruta de aproximadamente 9 km que puede recorrerse tanto a pie como en bicicleta y que tiene como punto de salida el pueblo de Lumbrales. Su dificultad es baja, por lo que es perfecta para hacer incluso con los niños. Además, no hay impedimento para hacerla en cualquier época del año. Un paseo muy apropiado para profundizar de una manera amena en la historia del castro y descubrir los preciosos parajes naturales que rodean al río Camaces. Dotado de instalaciones multimedia que te permitirán aprender muchas cosas interesantes sobre la Prehistoria salmantina y sobre el medio natural.

Salimos de Lumbrales y tomamos la carretera de Bermellar. Seguimos unos 2,5 km por pista hasta llegar al aparcamiento. Entonces encontraremos un panel que nos indica que estamos a punto de comenzar la Ruta Hispano-Portuguesa de castros y Verracos, y la reproducción de una estela romana que permite asomarse a los ejes temáticos del sendero, la geología, la arquitectura tradicional el clima, la energía del agua, la vegetación y el mundo de los vetones.

Continuaremos por la intrincada Calleja de Malpica hasta llegar al Mirador del Castro, un centro de interpretación sobre la cultura vetona y sobre la historia geológica del entorno. Desde aquí empezaremos al ver el castro. Bajaremos hasta el Molino del Tío Justo para pasar por la presa al otro lado del río, hasta la puerta romana del castro. En el interior del poblado y en los alrededores podremos visitar el muro romano, el campo de piedras hincadas, la puerta vetona y ver los grabados de las murallas.

El Castro de las Merchanas

El Castro de las Merchanas es uno de los castros más importantes y mejor estudiados de toda la provincia. Rodeado en su mayor parte por una espesa muralla, construida con sillares de piedra encajados sin argamasa pero que se mantienen en pie a día de hoy. Carece completamente de cimientos y se adapta perfectamente a la configuración del terreno. Y donde las necesidades defensivas lo requieren, se ensancha hasta alcanzar los 6 metros de grosor. Donde la topografía del terreno no lo hace necesario, no se construye, como es el caso del cerro del Oeste, que se despeña sobre el río Camaces.

Para dificultar el acceso de los hombres a caballo, justo delante de la entrada principal del castro se construyó una zona de piedras hincadas, del mismo modo que ocurre en el Castro de Yecla de Yeltes y en otros castros de la zona. La superficie que alberga la muralla es de entre 8 y 10 hectáreas, aunque la superficie útil es mucho menor.

El Castro de las Merchanas tiene su origen en una época anterior a la ocupación de la península ibérica por los romanos y se mantuvo habitado hasta el siglo V d. C., cuando quedó destruido por los invasores germánicos. Durante el siglo IV d. C. se asentó en él un destacamento militar que tenía por objetivo controlar la explotación de las minas de estaño del noroeste.

De la Necrópolis que se extiende junto a la muralla del norte, hay actualmente excavadas alrededor de 36 tumbas de inhumación, destacando el ajuar número 17, donde se encontraron todos los utensilios propios de un carpintero. Hay que decir que no todas tenían ajuar. Se cree que el castro debió contar al menos con otras dos necrópolis más debido a su larga existencia. Una de incineración correspondiente a los primeros siglos a. C. y otra de los siglos I – III d. C. Sin embargo, no han sido halladas.

 

 

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