Cantalapiedra: un lugar mágico

Situado en el límite de la provincia de Salamanca y Valladolid, a sólo 50 kilómetros de Hotel Regio, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de la zona, Cantalapiedra. Uno de esos pueblos con encanto de apenas 1.000 habitantes que aún conservan el sabor de antaño y en los que el viajero se siente transportado de forma inevitable al pasado mientras pasea por sus calles y observa sus edificios antiguos. Un pueblo de los más característicos y singulares de la zona, gracias a una conjunción de elementos que unidos dan de sí un atractivo lugar al que todo aquel que lo visita en algún momento de su vida, tiende a volver.

Además, situado en la meseta castellana, se encuentra rodada de un paisaje de estepas de cereales en las que las esquivas liebres y conejos de monte campan a sus anchas. Así como un buen número de perdices, codornices, palomas y otra serie de especies cinegéticas como el aguilucho, la avutarda o la lechuza. Tierras de labor que son el sustento de muchas familias de la localidad y el lugar que sirve de alimento a la fauna autóctona.

cantalapiedra

Un poco de historia

Cantalapiedra es el típico pueblo de Salamanca, fronterizo entre el Antiguo Reino de León y Castilla La Vieja, en mitad de una llanura infinita, de fecundos campos de trigo. De hecho, la historia de Cantalapiedra viene marcada por este carácter de localidad fronteriza. Plagada de hechos, acontecimiento y vidas repletos de emociones y sentimientos. Algunos nos han llegado a través de los libros, pero otros han pasado de padres a hijos mediante elementos como las tradiciones y las costumbres populares. 

Tras ser conquistada por los cristianos, Cantalapiedra es repoblada por los reyes leoneses, quienes la fortificaron y amurallaron como plaza fuerte del Reino de León, siendo donada en 1136 por Alfonso VI de León, obispo de Salamanca en calidad de señorío eclesiástico. No obstante, no fue hasta 1833 cuando queda encuadrada dentro de Salamanca, cuando se crearon las actuales provincias.

De la primera organización de la localidad nos ha quedado un trazado enmarcado por las rondas y presidido en al zona central por la plaza mayor y la impresionante Iglesia de Santa María del Castillo. Pero además, los nombres de sus calles son un fiel reflejo del pasado de Cantalapiedra, como la calle de Tejedores, la ronda del Matadero Viejo o la Calle del Hospital. Aunque no cabe duda de que los lugares más emblemáticos del municipio son la Ermita y el Parque de Nuestra Señora de la Misericordia. Monumentos a los que se unieron en los siglos XIX y XX el Convento de las Hermanas Clarisas y la estación de tren.

¿Qué ver en Cantalapiedra?

  • Iglesia de Santa maría del Castillo: situada en medio de la Plaza Mayor, se trata de un templo de grandes proporciones construido con una mezcla de estilos románico-mudéjar que en sus orígenes se encontraba adosada al castillo de la localidad. En el exterior destaca el frontis coronado por la gran espadaña. El interior consta de tres naves decoradas con elementos gótico-mudéjares, individualizadas por tres arcos agudos sobre anchos pilares. Mención aparte merece el retablo del altar mayor, que refleja la grandiosidad del templo. Realizado por Antonio González Ramiro a mediados del siglo XVII.
  • Ermita de Nuestra Señora de la Misericordia: situada en la parte más alta de la localidad, anteriormente se llamaba Ermita de San Salvador. Un cambio de nombre que significó la reconstrucción del templo en el siglo XVI, creándose una cofradía con su advocación. En su interior podemos encontrar la escultura en madera policromada de la virgen a la que está dedicada la ermita.
  • Torre del Deán: es el último vestigio que se conserva  de las murallas que antaño rodeaban la ciudad y que protegían a sus habitantes. Está construida en sillarejo con refuerzo en ladrillo en las esquinas. Data del siglo XIII y sirvió como residencia de varios deanes de la Catedral de Salamanca hasta mediados del siglo XVIII.  Además, el frontal de la torre sirvió durante muchos años como matadero municipal. Actualmente la torre se encuentra restaurada y pueden visitarse algunas de las dependencias.
  • Monasterio de las Hermanas Clarisas: situado en el Paseo de la Estación, se encuentra este convento de clausura en el que viven más de 50 hermanas de vida contemplativa. Un modo de vida que, aunque no todos saben entender, es digna de admiración. Merece la pena asistir a algunas de sus celebraciones al menos una vez en al vida.

Fiestas en Cantalapiedra

Las fiestas de Cantalapiedra gozan de gran tradición y fama, siendo especialmente destacables las Fiestas de la Virgen de la Misericordia. Esta celebración tiene lugar el Domingo de Pentecostés y los dos días posteriores. Todas las actividades se desarrollan en los alrededores de la Ermita, como el canto tradicional «Misa de la Virgen», el baile de la «Tranina» al son del redoblante y la dulzaina, el «baile del paleo» y la «subasta de andas». Una fiesta que supone todo un reclamo tanto para los vecinos de la localidad como para los amantes de la fiestas populares castellanas.

El 8 de septiembre se celebra también la Fiesta de la Natividad de la Virgen María. En ella se realizan encierros, verbenas de noche, la fiesta de los «novillos», corridas al estilo tradicional, rejoneo… Todo ello impregnado por el colorido que dan numerosas peñas.

Pero además, hay otras fiestas que tienen un significado especial para los vecinos de la localidad y en los que participan de forma masiva, como la Semana Santa en la que salen a la calle numerosas procesiones, o las fiestas de San Isidro, Santa Águeda o el Corpus Christi.

Deja una respuesta