
Situado en el límite de la provincia de Salamanca y Valladolid, a sólo 50 kilómetros de Hotel Regio, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de la zona, Cantalapiedra. Uno de esos pueblos con encanto de apenas 1.000 habitantes que aún conservan el sabor de antaño y en los que el viajero se siente transportado de forma inevitable al pasado mientras pasea por sus calles y observa sus edificios antiguos. Un pueblo de los más característicos y singulares de la zona, gracias a una conjunción de elementos que unidos dan de sí un atractivo lugar al que todo aquel que lo visita en algún momento de su vida, tiende a volver.
Además, situado en la meseta castellana, se encuentra rodada de un paisaje de estepas de cereales en las que las esquivas liebres y conejos de monte campan a sus anchas. Así como un buen número de perdices, codornices, palomas y otra serie de especies cinegéticas como el aguilucho, la avutarda o la lechuza. Tierras de labor que son el sustento de muchas familias de la localidad y el lugar que sirve de alimento a la fauna autóctona.