Archive for junio, 2019

  • Jun
  • 28
  • 2019

Bletisa, la ciudad romana de Ledesma

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Bletisa, la ciudad romana de Ledesma

La historia de Ledesma es la historia de todos los pueblos y culturas que se han asentado en su solar fortificado, dominando las tierras bañadas por el río Tormes. Siendo uno de los 14 municipios de la provincia de Salamanca declarados Conjuntos Históricos, incluyendo la capital, que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad. Distribuidos por toda la región, cada uno de ellos nos aguarda con su historia, y entre todos ellos crean una atractiva ruta para descubrir. En esta ocasión hemos elegido Ledesma y su maravilloso Conjunto Histórico.

Sobre una colina horadada por el curso del río, se asienta la antigua Bletisa romana, con interesantes vestigios como el bellísimo Puente Mocho. De épocas anteriores, se conservan el verraco, en los jardines de la Fortaleza, y un impresionante menhir. De sus templos, destaca la iglesia de Santa María la Mayor, una de las mejores obras góticas de toda la provincia, con un interesante museo de arte sacro en su interior. Pero también vale la pena visitar la iglesia de Santa Elena, la Alhóndiga, el antiguo Hospital de San José y varias mansiones señoriales.

Sin olvidar, por supuesto, la preciosa iglesia de San Miguel, sede del actual Centro de Interpretación Histórica de Bletisa. Un valioso espacio patrimonial donde podrás descubrir los secretos y misterios de la localidad, conociendo sus rincones, comprendiendo el pasado y saboreando su presente.

Desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna, este Centro de Interpretación sumerge al viajero en un fascinante recorrido por la Historia a través de numerosos recursos audiovisuales e interactivos que convierten la visita en una experiencia muy atractiva y divertida. Y es que cada rincón del montaje ayuda al visitante a conocer todo lo relacionado con la cultura de las civilizaciones que han vivido en la zona, con reproducciones de objetos y personajes virtuales que van informando sobre las curiosidades del pasado. Con datos relacionados tanto con su patrimonio cultural como natural y etnográfico de la región noroeste de la provincia de Salamanca. Una propuesta innovadora que presenta el paisaje, las vivencias y los anhelos de los habitantes de la zona.

¿Qué visitar en Ledesma además de Bletisa?

Casco antiguo de Ledesma

La renovación urbana llevada a cabo en el casco histórico de Ledesma ha permitido poner de relieve el importante valor de su legado histórico, que resulta ya evidente al pasear por sus calles y contemplar sus bellísimas fachadas. En el casco antiguo existe una ruta bien señalizada con la que disfrutarán tanto los adultos como los niños pequeños. Un itinerario que discurre por los lugares más representativos del centro histórico y que permite admirar la riqueza del patrimonio del Conjunto Histórico. Una ruta que pone al visitante en relación con el entorno, el contexto cultural, social e histórico.

El recorrido es circular y fácil de seguir, pudiéndose acceder desde cualquier punto de la localidad, aunque lo más recomendable es empezar en la calle San Miguel, después de haber visitado el Centro de Interpretación. La señalización, que puede seguirse tanto en español como en inglés y en francés a través de códigos QR, ofrece a los visitantes información de gran interés sobre el valor de los recursos patrimoniales seleccionados.

Paseo de Alonso Andrea

Situado en el casco antiguo de Ledesma, dentro de recinto amurallado, este itinerario combina renovados jardines con zonas de descanso. Un lugar privilegiado por las impresionantes vistas que ofrece de la localidad y de su entorno: el cortado, el río, la ermita de la Virgen del Carmen, los puentes… y un poco más allá el paisaje típico de la dehesa salmantina, uno de los ecosistemas mediterráneos mejor conservados y más sostenibles. Como curiosidad, decir que Alonso Andrea fue un personaje natural de la villa que, según dice, se enfrentó a los piratas ingleses que saqueaban a la población de Caracas con un caballo flaco y una armadura oxidada. Algunos aseguran que este fue realmente el personaje que terminaría inspirando El Quijote.

Ruta del Puente Mocho

Una bellísima ruta que discurre por el paisaje adehesado que rodea la localidad de Ledesma. Dominado por un frondosos bosque de encinas centenarias sobrevoladas por milanos negros, buitres leonados, cigüeñas negras y cernícalos. Una de las vías históricas de la Tierra de Ledesma, conocida como la ruta Bletisama Ocelo-Duri, que conectaba Zamora con Coria y que, a su paso por la villa, atraviesa el Puente Mocho. De origen romano y recientemente restaurado, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000 junto con los restos de calzada romana que se conservan a ambos lados.

Taller de artesanía

Una espectacular colección de miniaturas, historias ilustradas, cajas de música, objetos tradicionales, antigüedades y piezas de arte realizadas con técnicas decorativas como pirograbado y color, calado, talla pastoril e incrustación. Allí podrás descubrir no sólo cómo se realizan este tipo de trabajos, sino también algunas de las tradiciones de la zona, y ver utensilios con los que se trabajaba en el pasado y que inspiraron estas creaciones.

  • Jun
  • 18
  • 2019

Las Catedrales de La Armuña (Salamanca): auténticas joyas escondidas 

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Las Catedrales de La Armuña (Salamanca): auténticas joyas escondidas 

La Armuña es una región dominada por campos de cereales que se extiende por el norte y el este de la capital salmantina. Un territorio donde la vista se pierde en el horizonte, quedando solamente interrumpido por las siluetas de sus maravillosas iglesias.

En cada uno de los pueblos de esta comarca se esconde una pequeña catedral cuyo campanil puede divisarse desde la distancia. Desde Aldeanueva de Figueroa hasta Villaverde de Guareña, más de 30 posibles citas nos esperan para sorprendernos con su impresionante fábrica de arquitecturas, con su delicada imaginería, con sus increíbles retablos o con las delicadas pinturas que cubren sus muros. Y entre todas ellas destacan tres, conocidas como las Catedrales de La Armuña, tanto por su impresionante belleza y valor histórico como por los espectaculares tesoros artísticos que albergan en su interior.

Estas tres Catedrales de La Armuña constituyen el mejor umbral de entrada de una comarca de caminos sencillos de llevar y cuyo lejano horizonte se interrumpe con las iglesias en cuyo entorno se agrupan diferentes caseríos. Unas más orgullosas y otras más modestas, todas esconden algún tesoro digno de ser descubierto, empezando por los de Aldearrubia, Castellanos de Moriscos, Forfoleda y Torresmenudas, distinguidos en su día, también, con la máxima distinción de protección otorgada por la Junta de Castilla y León para sus bienes patrimoniales, y acabando con cualquier otro con en el que nos podamos encontrar.

Estas tres Catedrales de La Armuña constituyen el mejor umbral de entrada de una comarca de caminos sencillos de llevar y cuyo lejano horizonte se interrumpe con las iglesias en cuyo entorno se agrupan diferentes caseríos. Unas más orgullosas y otras más modestas, todas esconden algún tesoro digno de ser descubierto, empezando por los de Aldearrubia, Castellanos de Moriscos, Forfoleda y Torresmenudas, distinguidos en su día, también, con la máxima distinción de protección otorgada por la Junta de Castilla y León para sus bienes patrimoniales, y acabando con cualquier otro con en el que nos podamos encontrar.

San Silvestre (Villares de la Reina)

La primera catedral se encuentra muy cerca de la capital, en la preciosa localidad de Villares de la Reina. Se accede al interior desde una magnífica portada, que merece la pena unos minutos de deleite. Su planta tiene forma de cruz latina y destaca por los espectaculares retablos que visten el altar mayor, los muros de la nave central y los brazos del crucero, obra de Juan Hernández y Fernando Gallego. Mientras que las esculturas son obra de Bernardo Pérez de Robles ‘el Indiano’.

Sus paredes, marcados por las estaciones del Vía Crucis, empiezan y terminan un itinerario que acaba en la portada protobarroca de principios del siglo XVII, presidida por la talla de San Silvestre, santo titular y patrono de la localidad.

Con una perfecta adaptación del marco, el templo queda articulado en un único cuerpo de tres calles, diferenciadas por un ático en el que se muestra el hermoso Calvario flanqueado por los santos arcángeles Miguel y Gabriel, y por pares de columnas salomónicas. Sobre él, encontramos una impresionante bóveda de medio cañón donde se contempla la Gloria, pintada por Domingo Nieto a finales del siglo XVII, distribuida en círculos con ángeles músicos, querubines y santos que rodean a las tres figuras de la Santísima Trinidad y a la de la Virgen Mediadora.

Villaverde de Guareña

Un templo de marcado carácter renacentista, pues fue construido en el siglo XVI. Declarado Bien de Interés Cultural en 1993, destaca por su maravillosa portada, con recuerdos del gran Rodrigo Gil de Hontañón. Cuenta con una sola nave y se encuentra adornada con un impresionante retablo organizados en seis calles. La arquitectura de su nave permite la visión limpia de su cabecera rectangular, donde se levanta un precioso retablo de la segunda mitad del siglo XVIII en el que podemos ver numerosas imágenes y pinturas. Ensamblado por González Ramiro en las primeras décadas del XVI.

Vale la pena dedicar unos minutos a deleitarse con la bellísima imagen gótica del Cristo de Sordos, por el que los habitantes de la zona sienten una gran devoción.

La Santa Cruz (Palencia de Negrilla)

Con cubierta de estilo mudéjar y otros elementos propios del románico, este bellísimo templo alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVI. Es precisamente en esta fecha cuando se creó el fabuloso retablo de la Exaltación de la Cruz. Pinturas sobre tabla y maravillosas esculturas que crean una imagen muy armoniosa, siendo considerado como uno de los más hermosos de toda la provincia de Salamanca. Contiene 16 tablas pintadas con escenas del Evangelio y de la Invención de la Cruz, otras 12 de menor tamaño con figuras de santos y Padres de la Iglesia, 11 esculturas de bulto redondo doradas y estofadas, un Calvario en el ático y dos en la calle central más los que adornan el banco.

Pero también pueden admirarse otros tres retablos, el mayor y otros dos ubicados a ambos lados del arco triunfal que llaman la atención. Muy cerca se sitúa el magnífico Cristo de la Piedad del siglo XIII, de gran devoción en la región. Debajo de la cubierta mudéjar, se encuentra el retablo principal, realizado por Juan de Montejo y Antonio González a mediados del siglo XVI.

En el siglo XVII se llevaron a cabo algunas labores de restauración que dejaron en el templo algunos elementos de estilo rococó, como aletones en el ático, tabernáculo de cristales y guardapolvos en los laterales.

  • Jun
  • 11
  • 2019

El Sendero del Aceite de San Felices de los Gallegos (Salamanca)

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El Sendero del Aceite de San Felices de los Gallegos (Salamanca)

El Sendero del Aceite es una ruta circular de unos 11 km que conecta el conjunto histórico de San Felices de los Gallegos con el pueblo de Ahigal de los Aceiteros, el único de España cuyo nombre hace referencia al aceite. Un bellísimo recorrido que transcurre por terrenos suaves, sin apenas pendientes, protegido por olivos y almendrales, salpicados por fuentes de piedra medievales, puentes barrocos y molinos centenarios. Muy sencillo de caminar, por lo que puede hacerse incluso con niños, de cara a introducirlos en el senderismo.

Un paisaje modelado por el aceite de oliva, por su cultura y por las huellas que las distintas culturas que se han asentado en la zona han ido dejando al paso de los siglos. Con el aceite siempre como protagonista. Un lugar que lleva varios siglos contando la historia de la relación del ser humano con uno de los árboles que le han acompañado desde los albores de la agricultura, el olivo.

Pasearás entre cortinas y cotos dedicados al pastoreo y a los cultivos tradicionales de Las Arribes del Duero hasta las cercanías del valle abrigado del río Águeda, donde el paisaje se va volviendo más agreste. Allí empieza un bosque cerrado de carrascos que llega hasta el final del camino, un sitio ideal para deleitarse con la belleza de los paisajes de Las Arribes. Observando la naturaleza en su estado más salvaje y perdiendo la vista en el cielo, desde donde el buitre leonado, el águila azor y el alimoche vigilan este silencioso valle.

Un camino diseñado para disfrutar y comprender este espacio natural como una pequeña síntesis del paisaje arribeño. Durante el recorrido irás descubriendo los frutos silvestres y cultivados que han sido durante cientos de años la esencia de la vida de estas tierras, junto a los esfuerzos del hombre para transformar este agreste paisaje en terreno fértil y humanizado.

Si además viajas entre noviembre y diciembre, podrás ver en primera persona cómo se lleva a cabo la recolección de la aceituna. Desde los métodos tradicionales del vareo a un sistema moderno de vareados y, por último, un sistema monitorizado. Incluso, si quieres disfrutar de la experiencia completa, seguro que alguno de los agricultores te deja su vara para que te desesteres un poco.

Las almazaras de Ahigal de los Aceituneros y San Felices de los Gallegos

Además de disfrutar del propio Sendero del Aceite, si eres amante del oro líquido, no puedes dejar de visitar el pueblo de Ahigal de los Aceiteros, donde se están recuperando los antiguos olivares centenarios para conseguir una producción de aceites de oliva virgen extra de gran calidad. Para la elaboración de este aceite, desde el año 2010 existe una almazara que funciona a modo de cooperativa que ha conseguido la certificación de almazara ecológica.

Al igual que ocurre con la uva, la aceituna se recoge y debe llevarse cuanto antes a moler. De lo contrario, se estropea, impidiendo que se pueda disfrutar del mejor aceite de oliva. En la almazara podrás ver  todo el proceso de producción con las aceitunas que se van recogiendo cada día cuando es la temporada.

El proceso de extracción del aceite de es bastante sencillo. La aceituna se echa en una tolva, donde pasa una máquina parecida a la despalilladora de uva para limpiarla de las impurezas. Después se muele y se pasa por una prensa en frío, que extra el aceite de oliva virgen de primerísima calidad. Luego, pasa por unos filtros y se lleva rápidamente a unos depósitos de acero inoxidable, en una sala completamente a oscuras. De esta manera, el aceite queda estabilizado. Se recomienda que sea consumido en los siguientes dos años, ya que después de este tiempo se inicia la pérdida de sus mejores propiedades organolépticas.

Pero también es posible visitar otra almazara en la localidad de San Felices de los Gallegos. Una antigua almazara restaurada que es una buena alternativa si no has visto la de Ahigal de los Aceiteros. Se trata de un museo llamado «Lagar del Mudo» y su proceso de restauración le valió una medalla Europa Nostra en el año 2002. En él podrás conocer la historia del olivo y del aceite mediante diferentes recursos.

A través de distintas salas, podrás realizar un fascinante recorrido por el mundo de la aceituna desde que es recogida hasta que se convierte en el preciado aceite. Desde el patio, donde se depositaba la oliva en «lagaretas», pasando por el proceso de prensado y la extracción en el molino, hasta su conservación en las tinajas. Además, podrás ver objetos relacionados con el mundo del aceite y sus usos, como cestas, vasijas, candiles y hasta una tartana. Al finalizar, podrás entrar a la tienda del museo, que cuenta con una gran variedad de productos típicos de la zona.

  • Jun
  • 04
  • 2019

El Museo Legado Valeriano Salas de Béjar (Salamanca)

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El Museo Legado Valeriano Salas de Béjar (Salamanca)

El Museo Valeriano Salas se encuentra emplazado en el claustro del antiguo convento de San Francisco de la ciudad de Béjar, a sólo 75 km de Hotel Regio (Salamanca). Ubicado concretamente en la calle Ronda de Navarra. Este edificio de principios del siglo XIV es uno de los más emblemáticos y de mayor valor histórico de la ciudad. Uno de los más importantes y antiguos de la Orden Franciscana de toda la parte occidental de España. En el pasado fue Hospital Militar, Cuartel de la Guardia Civil, Casa de Caridad, Instituto de Segunda Enseñanza, y Escuela Industrial.

En su interior alberga una interesantísima colección compuesta por objetos traídos de todos los rincones del mundo que constituyen el legado de Valeriano Salas a la ciudad, donados por su esposa, Doña María Antonia Tellechea, en 1966, cuatro años después de su muerte. Una impresionante muestra de unas 250 piezas de arte, porcelanas, miniaturas, grabados, esculturas, pinturas y códices de distintos autores.

El año pasado fue el museo de Béjar que más creció en número de visitas, pasando de 681 visitantes en el año 2017 a 1.249 en 2018. Un aumento que está muy relacionado con el Fuero de Béjar, restaurado y expuesto durante ese año y que estuvo exhibido varios meses en el museo.

¿Quién fue Valeriano Salas?

Valeriano Salas fue un hombre inquieto, viajero y fotógrafo incansable que, que sentía un gran amor por el arte y el patrimonio. En sus viajes por el mundo recorrió buena parte de Europa y África, pero también países como la India, Japón e Irán, donde adquirió la mayor parte de las obras que hoy pueden contemplarse en el museo.

Nació el 23 de enero de 1898 en Béjar, pero pronto se mudaría con su familia a San Sebastián, donde cursó sus estudios y contrajo matrimonio con María Teresa Tellechea Otamendi. Su vida podría haber pasado desapercibida si no fuera por sus ansias de conocer mundo y de coleccionar obras de arte. Así pues, decidió hacer las maletas y viajar por cuatro de los cinco continentes del planeta, sólo le quedó Oceanía.

En sus viajes fue comprando piezas de incalculable valor artístico, logrando reunir la fabulosa colección que hoy podemos admirar en este museo. A ella se suman también otras muchas adquisiciones en subastas y anticuarios, haciéndose con obras de tanta importancia como la «Visión fantástica de una ciudad antigua», obra del gran maestro flamenco Marten van Valckenborch, que han sido cedidas en diversas ocasiones a museos tan relevantes como el Thyssen Bornemisza.

Pero también fue tomando fotografías de todas partes que le ayudaron a ilustrar los artículos y reseñas de sus aventuras viajeras. Por ejemplo, en el año 1930 recorrió el Desierto del Sáhara en un Fiat en compañía de su mujer y de un mecánico. Debido a ello, fue nombrado Director del Archivo Fotográfico Hispánico en 1947. Y en 1938 fundaría la Revista Geográfica Española, el origen hispano del National Geographic, y junto a unos amigos, fundó la Asociación Española de Amigos de los Castillos.

Falleció el 2 de abril de 1962, dejando especificado en su testamento su deseo de que toda su colección de arte fuera legada al Ayuntamiento de Béjar, la ciudad que le había visto nacer.

El Museo Valeriano Salas

El legado de Valeriano Salas formó parte del Museo de Béjar desde el año 1966 hasta 1972, quedando expuesto dentro del Palacio Ducal. Siendo trasladado desde entonces al edificio en el que hoy se ubica.

La colección se encuentra ordenada en varias secciones: pintura europea, pintura española del siglo XIX, manufacturas europeas y arte oriental. En la sección de la pintura europea podemos encontrar obras de distintas escuelas, como la francesa, la holandesa flamenca y la alemana, de los siglos XVI y XIX.

Además, en la primera sala del museo también podemos encontrar una espectacular muestra de pintura española del siglo XIX, entre las que destaca el cuadro titulado «A mi Clotilde», que data de 1896, cuyo autor es el valenciano Joaquin Sorolla y el paisaje de Fuenterrabia de Gonzalo Bilbao.

Completan la sala distintas figuras y objetos de arte oriental. Una de las colecciones más importantes de la región, con antiguos manuscritos iluminados de origen hindú y persa de los siglos XIII y XIV, piezas de carácter sunturario, artes aplicadas y algunas esculturas de distintos países asiáticos.

En la segunda sala, podemos contemplar diversos muebles, pinturas y objetos de arte. Incluyendo la colección de esmaltes de Limoges y porcelanas de Sèvres, junto a marfiles y bordados. Considerado como lo mejor de la colección de artes industriales.

Información sobre el precio, el horario y la entrada al museo

  • Entrada: general: 1,50 €. Reducida (jubilados, carnet joven, grupos de más de 10 personas): 1 €/persona. Gratuita: menores de 12 años acompañados.
  • Horario: de 18.00 a 20.30 h.
  • Tipo de visita: libre, opción de visita guiada gratuita para grupos de más de 10 personas.