
Salamanca es una provincia con una riqueza monumental y natural difícil de igualar. Solamente su capital ya es motivo suficiente para pasar unos días por la provincia, ofreciendo numerosos atractivos patrimoniales, un ambiente nocturno ideal para todo tipo de turistas y una exquisita gastronomía. Pero además, si tienes tiempo suficiente, podrás aprovechar para visitar sus pueblos y sumergirte en la Salamanca más auténtica, en sus costumbres y tradiciones más arraigadas y tener la sensación por un momento de haber viajado en el tiempo mientras paseas por sus estrechas callejuelas empedradas. A continuación te mostramos los pueblos más bellos de Salamanca que no deberías perderte.